VIII Jornadas de Literatura: relato de las experiencias
El tiempo luminoso nos acompañó durante las mañanas de primavera en las que se desarrollaron las VIII Jornadas de Literatura de nuestro colegio.
Del 21 al 30 de septiembre escuchamos poemas, escribimos relatos, disfrutamos de encuentros literarios y de visitas de escritores, nos llenamos de palabras nuevas, mundos imaginarios y reflejos de otros tiempos. Les contamos algunas de las actividades para que nos acompañen virtualmente:
La bandada poética conformada por tercer grado extendió sus alas para repartir poesías escritas por los chicos a toda la comunidad. La Dictée Géante sobre las preguntas de Pablo Neruda nos hizo reflexionar sobre otros universos posibles: “¿quién canta en el fondo de la laguna abandonada?”, ¿cómo se llama la flor que vuela de pájaro en pájaro? ¿el cuatro es cuatro para todos? El “Oráculo poético” nos enfrentó a los misterios del futuro y a los secretos del pasado. El oráculo recibió las dudas de los chicos de segundo ciclo y los grandes poetas respondieron cada pregunta planteada. Para resolver los enigmas, realizamos un recorrido por la Antigüedad, recordando al Oráculo de Delfos, por la Edad Media, conociendo las delgadas fronteras de la época en cuanto a magia y ciencia, y analizamos e interpretamos los poemas que nos regalaba el azar ante cada consulta. “Ventanas a pequeños universos” recibió al primer ciclo: en cajas cerradas a las que solo se podía acceder mediante una pequeña ventana, los chicos vislumbraron universos diminutos y reconocieron cuentos tradicionales. En el “Club de narradores”, segundo grado convidó a otros grados con narraciones de María Elena Walsh. Cuarto grado organizó los stands de “Caminos del libro”, un recorrido interactivo para conocer la historia de los soportes de la escritura. Los invitados pudieron experimentar escribiendo con caracteres cuneiformes sobre arcilla, trenzando papiros, decorando pergaminos y jugando con la imprenta de tipos móviles. ¡También hubo visitas! Los estudiantes de sexto y de séptimo tuvieron el placer de conversar en videoconferencia con Sergio Aguirre, un autor que ya habían conocido en el recorrido del plan lector, y recibieron en el colegio a Flavia Zuberman, que nos deleitó con sus recitados y prestó los susurradores para regalarnos poemas entre nosotros. Las chicas de Verdevioleta Narraciones cerraron la jornada con su espectáculo de cuentos surtidos. El Café Cortázar recibió a séptimo grado para leer “Circe”, de Julio Cortázar y realizar un análisis intertextual con el canto X de la Odisea. Entre medialunas y chocolatada, vimos navegar a Ulises y cómo se reflejaba su accionar en el de Mario. Luego de reflexionar sobre lo leído, los chicos comenzaron a crear sus propios hechizos transformadores, tal como lo habían hecho las protagonistas de los relatos. Silvina Ocampo también estuvo representada en “Cielo de claraboyas”, una lectura interactiva en la que los chicos recibieron señales ocultas para descifrar a través del cristal. Nivel inicial y primer ciclo visitaron el aula de cine para disfrutar de un teatro de sombras de “Pulgarcita”, el cuento de Hans Christian Andersen. La familia Carlana recibió amorosamente a cuarto grado y ofreció un taller de haikus en el que los chicos observaron con lupas diferentes elementos de la naturaleza, escucharon música oriental y escribieron sus propios poemas a sílabas contadas.Nuestros pueblos originarios se hicieron presentes en quinto grado, que visitó a sala de 5, sala de 4 y a cuarto grado para narrar leyendas guaraníes en un Arete Guasu, o Fiesta Grande, repleto de máscaras y reflejos de estrellas en la laguna. Padrinos, madrinas, ahijados y ahijadas se reunieron en dos encuentros literarios. Primer grado recibió a sus padrinos para escribir juntos un cuento maravilloso. Séptimo grado aportó la consigna de escritura, mientras que primer grado desarrolló personajes que ya había empezado a elaborar con sus docentes. Sexto grado recibió a los estudiantes de sala de 5 en una instalación de luces y cristales que inspiró los más bellos relatos. En sala de cine, sexto y séptimo grado formaron parte del taller “Microcuentos cristalinos”, en el que mediante estímulos sonoros relacionados con el vidrio, los chicos escribieron sus propios microrrelatos, luego de recordar las características de este género. En el taller de “Poesías en reflejo”, quinto grado compartió un encuentro en el que se cruzaron poemas, botellitas, reflejos y transparencias. Y para finalizar, nos encontramos a todo sol en el patio para leer las respuestas de los chicos a las preguntas de Pablo Neruda que habíamos comenzado a pensar en nuestro primer día de las Jornadas. Les compartimos algunas respuestas de estudiantes para que las disfruten como nosotros (por una cuestión de espacio, solo compartimos una respuesta por grado, pero todas fueron maravillosas): Primer grado: ¿Cómo se llama una flor que vuela de pájaro en pájaro? Se llama Flor de Rosa, está en el bosque y canta mientras. Segundo grado: ¿Quién canta en el fondo del agua en la laguna abandonada? En el agua fría, limpia y dorada, canta la diosa del mar poniendo color a todas las algas grises. Su canto es precioso, encantador y su nombre es Diana. Tercer grado: ¿Conversa el humo con las nubes? Yo creo que sí, el humo le pregunta a la nube cómo se ve todo desde arriba y la nube le pregunta cómo se ve todo desde ahí abajo. Cuarto grado: ¿A quién le puedo preguntar qué vine a hacer a este mundo? Yo le preguntaría a alguien misterioso que todavía no descubrí pero que en el fondo conozco. Quinto grado: ¿Qué cosa irrita a los volcanes, que escupen fuego, frío y furia? La soledad provoca mi furia y mi tristeza. Por eso empiezo a escupir lava, por la furia. Pero al mismo tiempo lloro por la tristeza, y el llanto enfría la lava. Sexto grado: ¿Dónde van los sueños? ¿Se van al sueño de los otros? Van a mi mente, y cuando termina lo narro como un relato, pero en el momento parece otra dimensión. Séptimo grado: ¿El cuatro es cuatro para todos? Para mí no, porque si para mí algo es cuatro, por ahí para otra persona no lo es. Si yo tengo un ficus, un ombú, un cerezo y un jacarandá, para otra persona son cuatro árboles, pero para mí son tres árboles porque el ombú parece un árbol y es un arbusto. Además puedo escribir 4 o IV y significa cuatro pero es diferente.
Gracias por acompañarnos virtualmente durante este viaje de palabras, universos y transparencias.