La inmortalidad del tiempo
Por Marina Peralta Gavensky
Participé de la proyección de videos y charla-debate sobre Historia de la Ciencia y Método Científico.
“¿Qué se necesita para ser científico?: pequeños grandes avances escondidos en el tiempo”, dirigido a alumnos de 5° y 4° grado.
Me pareció positivo que en la Jornada se abarcaron temas que tocan aspectos que van más allá de los números y la matemática, como por ser: acercar a los chicos a la filosofía, que conozcan y valoren la pasión y el esfuerzo de personas que marcaron la historia (entendiendo que también es suya).
Elijo dos frases: “Tu tiempo es limitado, así que no lo malgastes viviendo la vida de otro… Vive tu propia vida. Todo lo demás es secundario.” Steve Jobs (1955-2011) y “Cinco minutos bastan para soñar toda una vida, así de relativo es el tiempo.” Mario Benedetti (1920-2009).
Así como no es posible separar el concepto de espacio-tiempo, la vida y el tiempo se encuentran entrelazados de manera inquebrantable. Nacer, crecer, dejar algo en este mundo que nos perdure (un hijo, un libro, un descubrimiento, una idea...) y finalmente, partir. Todo eso ocurrirá en un tiempo, cada uno tiene el suyo, cada uno lo percibe y lo vive de manera diferente. Y está bien. No hay leyes para la vida-tiempo. Es un poco lo bello y lo triste de este tiempo nuestro. Tiempo humano, que escapa un poco a las reglas de la ciencia y el reloj. Cerrar los ojos y recordar puede llevarnos a otra dimensión… Abrir los ojos e imaginar, como lo hacen los chicos, sin miedos y valijas… ¿será que es tan fácil navegar? ¿Será que la creatividad, la sensibilidad y la imaginación son manantiales en la vida cuando uno no es consciente del tiempo en el que estamos inmersos?
El tiempo es algo tan propio, como la personalidad, los genes y las huellas. Hay que soñar nuestros propios sueños, elegir nuestras propias aventuras y nuestras pausas para descansar, observar y retomar. No olvidar que todo es relativo. Aferrarse a la quietud es tan sólo una ilusión. Todo está ocurriendo, en tantas escalas, con todo estamos conectados. Cada paso, cada palabra, cada acción, forman parte de una gran red de espacio-tiempo, vida-tiempo, que no debemos olvidar.
Tenemos la suerte y responsabilidad de ser parte de los tiempos más esenciales de pequeños seres que aún les falta mucho por ser. Es algo que tampoco hay que olvidar. Es algo que tenemos que ayudarles a cultivar. Es el tiempo, dentro del tiempo, dentro del tiempo… Es la relatividad… La infinita eternidad, la inmortalidad del tiempo que tanto se anhela. Ahí escondida, en el amor mientras aferramos sus manos, en el empujón en la mirada mientras escuchamos sus ideas y cuidamos de sus sueños.